Hace mucho tiempo, ya no recuerdo cuanto, pero juraría que no estaba ni casada, me regalaron un plato negro muy guapo con 3 velones encima.
El paso del tiempo, ha hecho que los velones se consumieran adoptando una forma tétrica y el plato se desgatara de tal manera que era, o tirarlo o arreglarlo.
Pues bien, opte por esta segunda opción, y después de lijarlo a conciencia para borrar todo rastro de pintura vieja, le di una capa de pintura acrilica negra por todo, para eliminar cualquier fallo que hubiera podido quedar y darle un acabado uniforme.
Acto seguido, procedí a aplicar una capa de craquelador para roper la pintura ocre que iba a poner encima ayudandome con una esponja para así darle el efecto de envejecido. ¿Qué ironia verdad?, restauro para darle aspecto de viejo.
El paso del tiempo, ha hecho que los velones se consumieran adoptando una forma tétrica y el plato se desgatara de tal manera que era, o tirarlo o arreglarlo.
Pues bien, opte por esta segunda opción, y después de lijarlo a conciencia para borrar todo rastro de pintura vieja, le di una capa de pintura acrilica negra por todo, para eliminar cualquier fallo que hubiera podido quedar y darle un acabado uniforme.
Acto seguido, procedí a aplicar una capa de craquelador para roper la pintura ocre que iba a poner encima ayudandome con una esponja para así darle el efecto de envejecido. ¿Qué ironia verdad?, restauro para darle aspecto de viejo.
Una vez se procedió al tiempo necesario de secado, apliqué el dibujo correspondiente, en este caso una familia de cebollas muy bienavenidas, ya que se trata de un plato que va a presidir la mesa de la cocina.
Y este es el resultado final, espero que os guste.
