jueves, 16 de diciembre de 2010

EL VIEJO BAUL AZUL

     Marc subió al desván de su casa junto a su amigo Alberto para coger las espadas de madera que su madre tenía guardadas en el viejo baúl de la abuela junto a viejos vestidos de hilo y trajes raídos por los años.

     Los dos amigos se pusieron a rebuscar en el baúl azul en busca de las viejas espadas de madera. Empezaron a rebuscar entre la ropa vieja y cuando no tiraban al aire un pantalón de rayas gris, tiraban un camisón blanco de abuela, y entre risas encontraron en el fondo del baúl las viejas espadas de madera. Pero el baúl era tan hondo tan hondo que Marc tuvo que estirarse y estirarse para poder llegar a cogerlas, con tan mala suerte que perdió el equilibrio y cayó al fondo del baúl azul. Desde allí abajo pudo vislumbrar una pequeña puertecita muy muy pequeña, casi imperceptible y del mismo color azul chillón del baúl.

     Marc abrió la puerta muy despacio y una oscuridad profunda se adueñó de sus ojos. La curiosidad pudo más que él y se arrastró como pudo dentro del estrecho habitáculo y fue entonces como notó como unas fuertes manos le agarraban de los hombros y le tiraban fuertemente hacia abajo.

     Marc empezó a caer velozmente y notó como el aire húmedo le cortaba la cara; cuando de repente y sin previo aviso cayó sobre una superficie dura con una fuerte pendiente que lo hizo deslizarse por una especie de tobogan que le salpicaba agua a la cara.

     Marc notó que el agua le calaba los huesos y pensó en como se enfadaría mamá cuando le viese llega empapado a casa.

     De súbito el tobogan desapareció, y con él el agua que llevaba y todo volvió a estar oscuro y seco como al principio. Cayó de bruces contra el suelo y cuando alzó la vista al frente pudo comprobar como se acercaba a él una pequeña luz, que lentamente y a medida que la distancia se iba acortando iba haciéndose más y más grande hasta que pudo vislumbrar una figura siniestra que se acercaba a él amenazadoramente sujetando un candil con su mano derecha.

     La figura siniestra se acercó tanto a Marc que este pudo ver con perfecta claridad que la figura vestía una larga gabardina color camel a juego con un sombrero de ala ancha que le daba sombra a la cara, era la cara más fea que había visto en su vida.

     Marc tragó saliva mientras la figura se agachaba sobre él,  arrastró su pequeño trasero todo lo que pudo para intentar huir pero chocó contra la pared y ya no pudo moverse. Estaba tan cerca que podía oírle la respiración y echando un vistazo rápido antes de cerrar fuertemente los ojos, pudo comprobar que lo que tendría que ser su mano derecha sólo era un muñón del que salía una especie de pinza con la que sujetaba el candil.

     Cuando la cara de la gigantesca figura siniestra estaba ya a punto de tocar la suya Marc empezó a chillar y a agitarse fuertemente mientras lloraba.

     "Tranquilo cariño, sólo ha sido una pesadilla", logro escuchar Marc entre sollozos y notó un familiar abrazo. Abrió los ojos lentamente y vio como su madre le sonreía mientras le llenaba la cara de dulces besos para secarle las lágrimas. Miró a su alrededor y pudo observar como estaba en su habitación, en su confortable cama con sábanas de Bob Esponja y abrazó más calmado a su madre correspondiendo así a sus mimos. "Es verdad mamá sólo ha sido una pesadilla".

     Su madre lo arropó cariñosamente y salió del dormitorio apagando la luz al salir. Marc algo más tranquilo pensó que lo primero que haría mañana cuando se levantara sería ir a ver a su amigo Alberto para contarle el sueño tan raro que había tenido.

     Marc se dio media vuelta en la cama para acomodarse mejor para dormir y se dio cuenta que había tirado algo al suelo que no recordaba tener antes sobre la cama, al agacharse a cogerlo comprobó con estupor que allí, a los pies de su cama había un sombrero de ala ancha de color camel....

1 comentario:

  1. He tenido el corazón en un vilo!!! Que chulo...me has dejado intrigada.

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